sábado, 12 de septiembre de 2015

ENSAYO 3er LIBRO

Ecología, Economía y Etica del Desarrollo Sostenible
Autor: Eduardo Gudynas
Editorial Coscoroba 2004


América Latina posee una enorme riqueza ecológica en ambientes que van desde hielos continentales a selvas tropicales. Esos recursos naturales se encuentran bajo una intensa explotación desde hace mucho tiempo, en especial por los usos mineros, agrícolas y ganaderos, que siguen siendo componentes claves en las economías nacionales.

Paralelamente ha crecido la preocupación frente a los impactos naturales, y de esta manera se han generado fuertes tensiones entre las necesidades ambientales y las demandas por el aprovechamiento económico.

La crisis que se viven en estas naciones acentúan las contradicciones, donde el contexto generalizado de pobreza y endeudamiento en muchos casos alimenta estrategias de desarrollo que profundizan los impactos económicos, con dudosos resultados sociales y ambientales.

En circunstancias de ese tipo hace ya muchos años surgió la discusión sobre el “desarrollo sostenible”, un par de palabras que se han popularizado en los últimos años, generando diversas corrientes y posturas distintas. Hoy por hoy se invoca al “desarrollo sostenible” de las más variadas formas, tanto en el plano ambiental como en el económico, tanto en un barrio como en documentos gubernamentales.

Se consideran las relaciones entre conceptos que provienen de diferentes campos, como la ecología y la economía, y la forma en que se relacionan en las discusiones sobre el desarrollo sostenible.

En esos debates, como se verá, una y otra vez surge la problemática de los valores, y es justamente la ética la que ofrece las mejores opciones para salir del laberinto. Es importante advertir desde un inicio que se usarán indistintamente los términos desarrollo sustentable, sostenido o sostenible, ya que las claves están en las concepciones por detrás de las palabras.

La elaboración de nuevas estrategias que apelan a la sustentabilidad deben reconocer las limitaciones de la ciencia tradicional, y moverse en un ámbito de incertidumbre, de donde será necesario atender los componentes éticos y políticos.

Esto convierte al desarrollo sostenible en una empresa de construcción continua que, desde los valores, debe asegurar una discusión abierta y plural, y por lo tanto política.


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